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Es increíble, pero aún hay personas que creen que los desiertos son grandes extensiones de tierras áridas en las que no es posible que crezca una planta!. Que equivocadas están, los desiertos son ecosistemas llenos de vida, donde convergen una gran variedad de especies de flora y fauna con un hermoso paisaje que invita a contemplar la salida y la puesta del sol que inundan los cielos de bellas nubes rosadas y anaranjadas. A pesar de las extremas condiciones climáticas, los desiertos poseen diversas especies que han logrado adaptarse y sobrevivir en ese medio desde hace miles de años, constituyendo el lugar más importante de evolución de las cactáceas en todo el mundo.
En México, los desiertos ocupan poco más de la mitad del territorio, y poseen el 60% de las especies endémicas (sólo existen ahí) del país. Existen dos grandes desiertos mexicanos, el Sonorense (Baja California, Baja California Sur, Sonora y una parte del estado de Sinaloa) y el Chihuahuense (Chihuahua, Coahuila, Zacatecas, San Luis Potosí y porciones de los estados de Durango, Nuevo León e Hidalgo).
La biodiversidad en los desiertos mexicanos se encuentra en peligro y la causa principal es el hombre; la creciente urbanización, la caza furtiva, las actividades industriales, pecuarias y agrícolas han modificado el ecosistema y han conducido a la degradación de 20% de estos ecosistemas, a la desertificación y a la pérdida y puesta en peligro de diversas especies de flora y de fauna.
Un ejemplo del efecto negativo del hombre sobre las poblaciones de cactáceas que integran al desierto Chihuahuense lo tenemos con el Birrete de Obispo (Astrophytum myriostigma). Dicha cactácea es muy peculiar ya que a diferencia de otras, ésta carece de espinas, en lugar de ellas su superficie está cubierta de diminutas borlas de pelos estrellados blancos, que proporcionan a la planta un aspecto cenizo y que se cree absorben agua de la humedad atmosférica; el birrete se encuentra únicamente en los estados de San Luis Potosí, Hidalgo, Coahuila y Durango, y está bellamente adornado con una o dos flores amarillas de las que emergen frutos globosos con diminutas semillas negras.
El Birrete de Obispo es una cactácea amenazada, la destrucción de su hábitat debido a la apertura de tierras para labranza y para ganadería extensiva, han fragmentado su área de distribución en pequeños parches de cerros y lomeríos, dejándola expuesta y disminuyendo su densidad poblacional. Es una pena que una especie tan hermosa, tan típica de estas zonas se vea perdida por nuestro desconocimiento y por la falta de empatía hacia las cactáceas, las cuales muchas veces son compradas en viveros que las saquean de sus lugares de origen y que con ello ayudan a su extinción.
Cuando tomé estas fotografías llevaba a cabo mi tesis de licenciatura sobre su reproducción, y me da pena admitir que de poco ha servido mi estudio, ya que la población sigue disminuyendo. Espero con este escrito y estas imágenes difundir un poco no sólo la belleza de estas plantas, sino del desierto en el que viven, y con ello hacer conciencia sobre su conservación, ya que sin ellas, el desierto Chihuahuense perdería gran parte de esa belleza.
Fotografías: T. Rioja, 2000 (Dinamita, Cañón de Fernández, Birrete de Obispo).