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El puma (Felis concolor) es un carnívoro perteneciente a la familia de los felinos. A este hermoso animal también se le conoce como león, lión, león bayo, león de montaña, yaguá pitá, paghi, trapial, haina, entre otros nombres.
Se distribuye desde el sudoeste de Canadá hasta el Estrecho de Magallanes, y en nuestro país se le puede localizar en una gran cantidad de habitats diferentes, desde selvas y bosques, hasta pastizales y desiertos. Sus hábitos son preferentemente crepusculares y nocturnos, con picos de actividad al amanecer y al anochecer. Tiene gran velocidad en la carrera y agilidad trepando entre las rocas o a los árboles. El territorio de un macho puede alcanzar los 450 km2, mientras que las hembras sólo alcanzan entre 170 y 350 km2. Sus presas pueden variar desde las liebres hasta pequeños ratones. La hembra sólo acepta al macho en el apareamiento que dura sólo una semana. La gestación se produce luego de 3 meses y nacen entre 2 y 3 crías, las que se independizan al año de vida.
Es un animal extremadamente sigiloso, difícil de observar, pero el que logra verlo queda prendado de la belleza de su pelaje dorado y de esos ojos claros y profundos, atentos al menor movimiento.
Se distribuye desde el sudoeste de Canadá hasta el Estrecho de Magallanes, y en nuestro país se le puede localizar en una gran cantidad de habitats diferentes, desde selvas y bosques, hasta pastizales y desiertos. Sus hábitos son preferentemente crepusculares y nocturnos, con picos de actividad al amanecer y al anochecer. Tiene gran velocidad en la carrera y agilidad trepando entre las rocas o a los árboles. El territorio de un macho puede alcanzar los 450 km2, mientras que las hembras sólo alcanzan entre 170 y 350 km2. Sus presas pueden variar desde las liebres hasta pequeños ratones. La hembra sólo acepta al macho en el apareamiento que dura sólo una semana. La gestación se produce luego de 3 meses y nacen entre 2 y 3 crías, las que se independizan al año de vida.
Es un animal extremadamente sigiloso, difícil de observar, pero el que logra verlo queda prendado de la belleza de su pelaje dorado y de esos ojos claros y profundos, atentos al menor movimiento.
Sin duda, el puma es uno de los gatos más espectaculares que integran la fauna mayor de México, no obstante, es uno de los más perseguidos por el hombre; ganaderos lo cazan pensando en que puede matar a sus vacas o chivas, mientras que otras personas lo cazan por deporte. La principal amenaza a sus poblaciones es la urbanización, los asentamientos humanos crecen tanto que cada día es más común que las personas vivan dentro del territorio del puma, y que con ello se creen dos terribles situaciones, la pérdida del hábitat del puma y el inminente peligro que significa vivir en el territorio de un animal salvaje extremadamente territorial como lo es el puma. Esta amenaza ha colocado al puma como en peligro por la IUCN.
Podemos ayudar a eliminar estas amenzas si entendemos que el puma no es cazador de ganado, sus principales presas son pequeños mamíferos, reptiles y aves; si un ganadero se topa con un puma, no debe matarlo, sino llamar a protección animal para que lo transfieran a un lugar adecuado. Por otro lado, se recomienda no construir viviendas en áreas agrestes cerca de su territorio, y sobre todo, podemos ayudar al explicarle a los demás, amigos, vecinos, padres de familia, etc.., que el puma es un depredador parte integral de los ecosistemas mexicanos y que si éste desapareciera se crearía un desequilibrio en los mismos, desequilibrio que más pronto que tarde nos afectaría a todos, ya que todos los seres vivos estamos relacionados y dependemos unos de otros.
Fotografías: T. Rioja, 2007 (Puma).