El ahuehuete, cuyo nombre proviene del náhuatl atl, “agua” y huehuetl, “viejo”, es un árbol de origen mexicano que podemos encontrar en los bosques riparios o también llamados de galería. Esta especie de conífera es de gran interés para nosotros, ya que además de ser un árbol vital para la existencia de los ecosistemas riparios, de ser una especie de uso restaurador, ornamental, maderable y medicinal, está considerado como el árbol nacional de nuestro país!!!; debemos recordar que el famoso árbol de la noche triste no fue otro sino un ahuehuete, que los aztecas lo consideraban como dador de vida y que hoy en día el árbol más fomoso y visitado en todo el país es precisamente el árbol del Tule en Oaxaca, el cual es un sabino o ahuehuete.
Su nombre científico es Taxodium mucronatum, y se caracteriza por ser extremadamente longevo, ya que llega a vivir hasta 2000 años!, de ahí que nuestros antepasados le bautizaran como viejo del agua. Su increíble altura de entre 30 y 40 m, así como un tronco de hasta 6 m de diámetro, lo hacen un árbol de aspecto imponente, como un soldado salvaguardando tal vez el más grandioso de los tesoros, el agua que fluye por los ríos llevando vida a cada rincón de la tierra que toca.
Su corteza café rojiza, su follaje verde claro y sus flores en pequeños racimos rojos y conos verdes, son inconfundibles y proporcionan hogar a distintas especies de insectos, aves, reptiles y pequeños roedores; por si fuera poco, la presencia de este árbol en los bosques riparios es un buen indicador de la salud de estos ecosistemas, ya que el ahuehuete es muy susceptible a la contaminación del agua, especialmente por metales pesados, por lo que si encontramos ahuehuetes enfermos o muertos, es muy posible que el río esté contaminado!
Por todo ello, el ahuehuete o sabino es un árbol que debemos proteger, evitando hacer fogatas en las riveras de los ríos, no contaminando el agua con basura y sobre todo no vertiendo desperdicios industriales, haciendo una extracción sustentable de su madera, y antes que nada, difundiendo entre familia y amigos la importancia biológica, ecológica y cultural que este magnifico árbol representa para no sólo para el mundo entero, sino de manera muy especial a nosotros, los mexicanos.
Fotografías: T. Rioja (2006 - 2008).