El tráfico de flora y fauna conduce a la pérdida de biodiversidad de México, un país megadiverso que cuenta con al menos un 10 por ciento de la diversidad de especies terrestres de todo el planeta. A pesar de que leyes y tratados internacionales protegen a la flora y fauna, en México esta actividad está lejos de ser erradicada, a causa de diversos factores como las enormes ganancias económicas que reditúa, la insuficiente capacidad de respuesta de las autoridades, la falta de cultura ecológica de los compradores de especies y lo extenso de las cadenas y redes de este comercio ilegal.
Anualmente en México se capturan y comercializan de manera ilegal más de 10 mil animales, lo mismo aves, mamíferos que reptiles, mientras que se saquean alrededor de 1 millón de ejemplares de plantas.
Algunas de las especies mayormente cazadas y comercializadas (que se supone se encuentran protegidas por la ley), son: guacamaya roja (Ara macao), guacamaya verde (Ara militaris), tucán pecho amarillo (Ramphastos sulfuraturs), mono araña (Atteles geoffroyi), mono aullador (Alluata palliata), iguana verde (Iguana iguana), tarántula patas rojas (Brachypelma smithi) y boa (Boa constrictor). Muchas de estas especies, como por ejemplo la tarántula Auratium, de color negro con puntos rojos en su lomo, se llega a comercializan entre 200 y dos mil quinientos pesos.
Dentro de los ejemplares de flora que más se comercializan, sobresalen las cactáceas como el peyote (Lophophora willamsii) y varios tipos de biznagas (Mammillaria sp.), y especies de palmas (Chamedora sp.), casi todas las especies de orquídeas, por ejemplo, la vaquita (Stanhopea oculata) y la flor de torito (Stanhopea tigrina). La mayoría de éstas se venden hasta en cuatro mil dólares.
Algunas de las especies mayormente cazadas y comercializadas (que se supone se encuentran protegidas por la ley), son: guacamaya roja (Ara macao), guacamaya verde (Ara militaris), tucán pecho amarillo (Ramphastos sulfuraturs), mono araña (Atteles geoffroyi), mono aullador (Alluata palliata), iguana verde (Iguana iguana), tarántula patas rojas (Brachypelma smithi) y boa (Boa constrictor). Muchas de estas especies, como por ejemplo la tarántula Auratium, de color negro con puntos rojos en su lomo, se llega a comercializan entre 200 y dos mil quinientos pesos.
Dentro de los ejemplares de flora que más se comercializan, sobresalen las cactáceas como el peyote (Lophophora willamsii) y varios tipos de biznagas (Mammillaria sp.), y especies de palmas (Chamedora sp.), casi todas las especies de orquídeas, por ejemplo, la vaquita (Stanhopea oculata) y la flor de torito (Stanhopea tigrina). La mayoría de éstas se venden hasta en cuatro mil dólares.
Por poner un ejemplo reciente, un reporte oficial de la Procuraduría Federal de Protección al Medio Ambiente (Profepa) reveló que en Veracruz se realizaron durante este año cerca de 63 decomisos de especies, como el mono araña, loro cabeza amarilla, boa constrictor, falso coralillo, serpientes de agua, iguanas verdes y hasta lagartos y pejelagartos.
La situación es grave y requiere de la creación de conciencia y de la difusión de esta problemática a la sociedad, misma que está desinformada y por ello está ajena a la misma y no busca soluciones para un fenómeno que va en aumento no sólo en México, sino en todo el mundo.
La situación es grave y requiere de la creación de conciencia y de la difusión de esta problemática a la sociedad, misma que está desinformada y por ello está ajena a la misma y no busca soluciones para un fenómeno que va en aumento no sólo en México, sino en todo el mundo.
Fotografías: T. Rioja, 2007 (Flor de Musa sp. e Iguana verde)